PROPÓSITO – POR QUÉ NO CONSIGUES TUS OBJETIVOS
“En la vida hay dos problemas: el primero, saber lo que se quiere pero no saber cómo conseguirlo. El segundo, no saber lo que se quiere” – Steven Snyder
¿Comienzas cada jornada abriendo el email y lanzándote a trabajar en lo primero que te ha pedido otra persona?
¿Recibes peticiones de clientes, colaboradores o amigos constantemente que quitan tu foco de aquello en lo que estabas trabajando?
Quizás eres de los que trabajan sobre un listado de tareas que has ido desarrollando a lo largo de la mañana según las peticiones recibidas o según te van viniendo a la cabeza.
No sabes exactamente qué quieres conseguir con tu trabajo.
Al final del día siempre te sientes que han pasado las horas sin haber conseguido prácticamente nada de lo que te habías propuesto.
Resulta que has estado trabajando de forma reactiva todo el tiempo. Pásate a la proactividad y marca tu propio rumbo, que no sea tu entorno el que te diga en qué debes trabajar, sino todo lo contrario.
En el artículo de hoy quiero presentarte 18 razones por las que no consigues alcanzar tus objetivos y las soluciones concretas para que jamás se te vuelva a escapar uno de ellos.
Vamos al lío…
Te has propuesto demasiados objetivos a la vez
Y cuando digo demasiados, digo dos. Plantéate trabajar sobre un objetivo a la vez y verás cómo avanzas a pasos agigantados en comparación a cuando trabajabas en millones de ellos y perdías el foco constantemente.
Dedicar toda tu atención y energía a una cosa a la vez disparará tu poder de ejecución y hará que consigas llegar antes y mejor a la meta. Es algo que aprendí de “Zen To Done” de Leo Babauta.
Ahora quizás te venga a la cabeza la pregunta clave, ¿qué objetivo priorizar?
Sigue leyendo, paso a paso te iluminaré el camino 😉 .
No te has planteado qué quieres conseguir con tus objetivos
Primero lo primero…
Es necesario que definas:
- Qué es lo que deseas conseguir, tu propósito
- El punto donde te encuentras respecto a ese objetivo
- Cómo crees que puedes llegar hasta ese objetivo
Definir lo anterior te ayudará a:
- Definir claramente el éxito de tu proyecto
- Tomar decisiones importantes como en qué trabajar o en qué no para avanzar con paso firme
- Distribuir los recursos de los que dispongas y recopilar los que no
- Mantener el foco y la motivación, tu meta está clara y el punto donde te encuentras en cada momento también
- Todo lo anterior incrementará tus opciones de éxito y te mantiene inspirado y creativo
No es lo que realmente quieres – Choca con tus principios y valores
¿Alguna vez te has planteado unas líneas rojas que no quieres cruzar en tu vida? ¿Y en tus proyectos?
Si no lo haces te puedes encontrar en momentos de incertidumbre trabajando de una forma o sobre un proyecto con el que ni siquiera te identificas. Es entonces cuando llegas a la receta perfecta para el fracaso.
Define para cada proyecto aquellos límites que no quieres cruzar en materia de salud, inversión, ética personal y profesional…
Esto te dará una referencia clara sobre dónde te encuentras en cada momento y la confianza para seguir adelante con tu trabajo con la seguridad de estar trabajando en base a tus valores.
El momento no es el más adecuado
Ponte en situación:
Un cliente importante te ha solicitado un informe de avance de uno de sus proyectos o campañas. Te sueles dejar el c… cada vez que este gran cliente hace una petición y quieres enviárselo cuanto antes para no perder su confianza.
Por otro lado, sabes que tienes toda la mañana libre y toda la energía para planificar de una vez las campañas de tu proyecto principal hoy día. Aquel con el que conseguirás grandes beneficios económicos y renombre.
Terminar esa planificación en tiempo y forma puede hacer que puedas asumir más y mejores clientes y, con ello, tu facturación y reputación.
¿Qué priorizarías?
Trabajar en lo primero, como te comenté al principio del artículo sería trabajar de forma reactiva.
Estarías ganando confianza de tu cliente a costa del avance en tu proyecto principal.
Hacerlo en lo segundo sería trabajar de forma proactiva, ya que te estarías dedicando a aquello que tenías planificado previamente en tu sistema en base a tu distribución de trabajo semanal.
Establece tus objetivos en base tus prioridades semanal y diariamente para evitar caer en la tentación de trabajar de forma reactiva.
Tus objetivos no están lo suficientemente definidos
Si no sabes dónde, cómo y cuándo quieres llegar a un lugar, entonces llegarás a cualquier sitio, de cualquier manera y en un momento indeterminado. Clic para tuitearDar claridad a tus objetivos te ayudará a moverlos de la carpeta de lo utópico a la carpeta de lo alcanzable.
Una buena forma de definir objetivos es utilizar los Objetivos SMART:
- Specific – Específico
- Nada de utopías o generalidades. Define en tiempo y forma aquello que deseas conseguir.
- Measurable – Medible
- ¿Cómo vas a medir tu progreso? Establece hitos en forma de tiempo y cantidad de trabajo conseguido.
- Achievable – Alcanzable
- Es muy importante que tu objetivo no sea algo idílico. Bájalo a lo terrenal, a aquello que puedas conseguir realmente.
- Relevant – Relevante
- Debe estar alineado con tu propósito, principios y valores.
- Time-Bound – En tiempo
- La fecha límite te marca el punto final y te ayuda a distribuir tus tareas en el tiempo.
Te falta una hoja de ruta
Pierdes la noción de tu rumbo por no haber establecido hitos o checkpoints con los que detectar en qué punto del camino te encuentras.
Fijar metas intermedias o convertir tus proyectos en sub-proyectos te facilita la distribución de las tareas, hace que tu mente detecte éxitos por el camino y se rellene de forma regular el depósito de la motivación.
Establecer un plan de acción con hitos, tareas y acciones concretas hará te ayudará a que nada quede al azar en tus proyectos.
No has planificado lo suficiente
Es una pregunta muy típica que se hace en los inicios en la productividad personal. ¿Hasta cuándo debo planifica?
La respuesta es muy sencilla.
Debes planificar tus proyectos hasta el punto en que estos no ocupen tu mente. Hasta que no te quede la menor duda de que lo tienes todo atado en tu sistema de planificación.
Eres demasiado optimista con el tiempo y esfuerzo que te llevará conseguir los objetivos
Derivado de la definición de tu propósito y visión del resultado de tus objetivos está la distribución de los recursos de los que dispones.
Cuando sabes lo que quieres, cómo lo quieres y cuándo lo quieres es mucho más fácil asignar responsabilidades, delegar y distribuir las tareas y acciones relacionadas con tu proyecto en el tiempo.
Por otro lado, una cosa es visualizar el resultado final de tu proyecto y otra fantasear demasiado acerca de ello.
Esto puede hacer que tu cerebro te juegue la mala pasada de no tener en cuenta las posibles piedras que te puedas encontrar en el camino porque, en la práctica, ya está asimilando que ha conseguido el objetivo.
El problema entonces surge cuando te encuentras con el primer desafío y tu motivación cae por los suelos.
Recuerda la planificación realista, deja siempre un margen en tu planificación para imprevistos. Siempre surgen.
Te olvidaste de la revisión
Hacer al menos, un día de revisión a la semana de todo tu sistema de productividad personal te ayudará a:
- Saber en qué punto exacto de cada proyecto te encuentras en ese momento
- Detectar y corregir desviaciones en el camino
- Hacer correcciones en tus protocolos de actuación y listas de control en base a los nuevos datos
- Redistribuir los recursos en función de las nuevas necesidades que vayan surgiendo para optimizar tu ejecución
Te aseguro por experiencia que la tranquilidad que experimentas en esos momentos en los que pones todo en su sitio nuevamente no la sentirás con ninguna otra estrategia diferente.
Has asumido compromisos que no son de tu responsabilidad
Tienes un gran propósito de vida profesional y/o personal y has definido tus “para qué” en cada proyecto. Todo aquello que se desvíe de estos propósitos debe pasar a un plano secundario en tu vida en estos momentos. Casi siempre la respuesta al por qué no consigues tus objetivos se encuentra en precisar qué te pertenece a tí y qué a objetivos de otras personas.
- Enumera todos los proyectos en los que estés embarcado ahora mismo
- Filtra aquellos que son tu responsabilidad directa
- Cuáles tienen que ver estrechamente con tus objetivos profesionales y personales
- Descarta todos los demás
Te enfocas en el resultado y no disfrutas del proceso
Un error muy típico y en el que todos caemos en alguna ocasión.
Te pasas la vida pensando en cuando:
- Llegues a un lugar
- Consigas tal cosa
- Te llegue aquello que compraste y te convertirá en un hacha
Resultado, dejas de disfrutar lo que estás haciendo aquí y ahora, pensando en lo que vendrá.
El próximo proyecto en el que trabajes, proponte disfrutar del proceso de creación y ejecución a consciencia como si nunca más lo fueras a hacer. Sé consciente de cada paso, cada hito conseguido.
El proceso se te hará más corto y cuando llegues al resultado final verás que habrás disfrutado mucho más que cuando te pasabas meses estresado para disfrutar de 1 – 3 días de gloria efímera que se juntaban con otros 10 de agotamiento por la carga de estrés.
Dejas tus objetivos en tu mente y no los compartes
Haz visibles tus objetivos declarando bien en grande cuál es tu propósito. Utiliza una pizarra en tu oficina si es necesario para ver cada día cuál es ese gran objetivo que estás persiguiendo hoy.
Búscate tus propios accountability partner, no es necesario ni que estas personas asuman ese cargo conscientemente.
Comenta tus objetivos con otras personas para establecer un vínculo y un sentido de la obligación en tu mente.
Te dejas influenciar por tus fracasos pasados o experiencias anteriores
Desde las experiencias más tempranas vamos formando nuestro paradigma personal que, en muchas ocasiones, nos carga de creencias limitantes en cuanto a la consecución de objetivos.
Los típicos:
- Me falta formación o experiencia para este proyecto
- Ya me salió mal en otra ocasión
- Qué pensará el cliente si ve que no soy un experto en el tema
Son pensamientos que nos machacan a todos en algún momento y nos atan a la casilla de salida de los éxitos por largo tiempo.
No te quiero engañar, evidentemente, esto solo con pensamientos positivos no va a cambiar. Pero sí te puedo asegurar que, jamás obtendrás experiencia en un tema o mejorarás tus resultados previos si no te lanzas a la aventura de una nueva prueba/error.
Supera ya la duda de, por qué no consigues tus objetivos y, como puedes leer en este artículo, supera estas creencias limitantes el proceso de:
- Identificación
- Conocimiento de su origen
- Detección de cuándo se manifiestan
- Definición de aquello que podríamos conseguir si las superamos
- Sustitución de estas por otras positivas mediante técnicas específicas
Ni toda la experiencia del mundo hará que aquello que planifiques siempre salga a la perfección, ni que ejecutes siempre sin ningún fallo. El error o mejor dicho el aprendizaje es parte de todo proceso y de la vida.
Ves el fracaso como algo terrible
“Lo intentaste. Fracasaste. No importa. Inténtalo de nuevo. Fracasa otra vez. Fracasa mejor.” – Samuel Beckett.
El fracaso no es más que una de las partes más importante de todo camino al éxito. Siempre y cuando obtengas y apliques un aprendizaje a partir de este.
Olvida el miedo al fracaso. Tú solo toma nota, analiza y propón diferentes/mejores soluciones para conseguir llegar al siguiente checkpoint.
Errar, levantarse, aprender de ello y ejecutar con éxito es más reconfortante que hacerlo bien a la primera. Los procesos de superación en la vida son aquellos de los que te sientes más orgulloso.
Te has olvidado del poder de la perseverancia
“Cada día, al menos un paso más cerca de la meta”
No cometas el fallo de dejarte toda la energía en los inicios del proyecto echándole más horas de las necesarias. Con esto solo conseguirás que a mitad del camino ya no puedas ni con tu alma y decaiga tu motivación a niveles mínimos.
Distribuye tu esfuerzo y energía teniendo en cuenta la estimación de duración del proyecto para en los momentos más complicados tener toda la fuerza para seguir constante en tu lucha.
Eres muy perfeccionista
Te pierdes en los detalles y nunca consigues llegar a tiempo por querer tenerlo todo perfecto.
Te pasas la vida analizando y teorizando y nunca pasas a la acción pensando en que no te saldrá bien nada.
La definición te da claridad y poder de ejecución, pero si nunca ejecutas jamás llegarás a ningún lado.
Lo perfecto es enemigo de lo hecho.
- Deja de preguntarte por qué no consigues tus objetivos ahora.
- Pasa a la acción.
- Practica cuanto antes el gustazo de vivir el grandioso prueba/error.
Eludes tus responsabilidades
Dices cosas como, no puedo avanzar porque estoy pendiente de tal llamada, tal informe, tal trabajo delegado.
Inconscientemente lo que estás intentando es quitarte responsabilidad sobre el parón de tu proyecto. Pero cada cierto tiempo, como realmente sabes que puedes hacer algo más, te sigues machacando mentalmente pensando en que se está quedando en el tintero.
Deja de culpabilizar al mundo y ponte manos a la obra. Toma las riendas de tus proyectos y:
- Comienza a hacer un seguimiento exhaustivo de tus tareas/acciones delegadas
- Trabaja en paralelo en aquellas tareas que puedas realizar
El ambiente no es el adecuado
Aquellos que te rodean no ven la utilidad de tus objetivos o no los valoran como tú. Esto hace que te desmotives con el tiempo y empieces a procrastinar como un campeón.
Rodéate de personas que tengan objetivos y ambiciones similares o incluso más grandes. Esto hará que te empuje cada día a alcanzar tus metas y mejorar.
Ver que otros avanzan te animará en gran medida a continuar por el rumbo adecuado y te desafiará a mejorar cada día.
CONCLUSIÓN
Para finalizar, déjame hacerte unas preguntas.
¿Te has planteado cuál es el precio real que debes pagar para conseguir tus objetivos?
¿Realmente estás dispuesto a pagarlo? ¿Sabe ya por qué no consigues tus objetivos?
Si quieres cambiar un resultado, tienes que cambiar el proceso previo. Deja de hacer lo mismo y esperar resultados diferentes.
Por muy cómodo que sea, ya no te está aportando ningún beneficio. Así que prueba algo distinto a lo que venías haciendo desde hoy.
Siempre hay un precio que pagar y tu ambición en este caso es clave para conseguir el éxito en cada proyecto y en tu vida.
¿Qué tal si lo pagamos ese precio juntos?
Comparte tu historia y busquemos la solución entre todos.
Abrazo y a seguir productivos
Música del artículo: Otherside – Red Hot Chili Peppers
Hola Yan!
Desde el punto de vista psicológico, diste en el clavo con varias cosas para responder al dilema de como conseguir objetivos. Personalmente utilizo todas las técnicas que has comentado en mi día a día: realizo una checklist de acciones fundamentales para hacer y lo divido en miniacciones (por ejemplo, si debo hacer un post, antes que nada escribo los subtítulos). Por otra parte, como kaizeneca que soy, disfruto más del proceso que del resultado, me encanta formarme en mi área y compartir el conocimiento, valoro tanto esa actividad como el resultado final.
Al margen de eso, me gustaría hacerte una aportación: desde la corriente de psicología profunda, un autor (que no recuerdo si era Adler o Jung) plantea que a veces tenemos tanto miedo a cambiar, a estar inseguros, a ser desvalidos, que no actuamos. Entonces, la gracia, la verdadera valentía, la forma de obtener esa seguridad, es dar un paso adelante y actuar.
Gracias por compartir un post de tan alta calidad.
Un abrazo!
Hola Martín,
Toda la razón, una de las claves de la productividad personal es disfrutar del propio proceso de cambio y ejecución. Como se dice, “la productividad personal no es un fin, sino el propio camino” 😉 .
Me gusta tu reflexión en referencia a la necesidad de acción. Otra de las frases que se suele utilizar en la productividad personal es “en la acción y no en la reflexión está el progreso”.
Veo que estamos muy en sintonía con nuestros planteamientos.
Abrazo y muchas gracias por tus palabras
Hola Yan,
Me siento identificado con la mayoría de los puntos que comentas pero especialmente con el del perfeccionismo.
Muchas veces hay que tirarse al agua con lo puesto. Si lo quieres hacer todo perfecto terminas perdiendo mucho tiempo para obtener unos beneficios muy pequeños.
Gracias por el artículo para saber como conseguir objetivos.
Un abrazo.
Ya sabes Antonio, lo perfecto es enemigo de lo hecho.
Creo que muchos de los que hemos llegado a la productividad personal hemos pasado en algún momento por esa fase perfeccionista donde pensamos que solo hay que lanzarse al agua cuando estemos completamente preparados. Lo que no sabemos es que no estaremos completamente preparados hasta que hayamos vivido la experiencia de la ejecución y la perfección de esta sobre el escenario.
La teoría es solo eso, teoría… El camino se hace al andar.
Abrazo
Yan,
la verdad que aparte de ser un artículo muy ilustrativo en cuanto cómo conseguir objetivos, también me parece que es una buena sacudida para todo aquel que no termina de llevar el camino que quiere.
Hace ya varios meses, me encontraba en un trabajo, que aunque me gustaba, lo había aprendido relativamente rápido y me lo reconocían en algunas ocasiones, me estaba alejando de mis objetivos personales.
¿Qué pasó?
Que después de mucha dudar, tuve que trazar un plan, y pensar en cuáles eran mis objetivos de verdad, y si ese trabajo me estaba acercando o alejando de ellos.
Posiblemente, me acercaba a algunos, como satisfacción personal cuando logras algo concreto, relaciones personales buenísimas, etc., pero no a muchos otros.
Al final, sentarse, y establecer con claridad, foco y perseverancia qué es lo que quieres, te ayuda a elegir de la mejor manera el camino necesario para conseguirlo.
En este caso, ha sido más un camino en la vida, pero creo que puede aplicarse a una tarea de un día en la oficina, a un proyecto de varios meses en el trabajo o a cualquier otra cosa.
Un abrazo, y gracias por estas aportaciones.
Hey compi,
Muchísimas gracias por compartir tu experiencia con todos. Es de gran ayuda.
Mi reflexión en base a ella y partiendo de una experiencia similar es que, por muchos beneficios que te reporte una situación en particular, si no está alineada con tu propósito de vida (personal y/o profesional), al final siempre te llevará a un momento de insatisfacción.
Nada como sentarse tranquilo, poner todos los datos sobre la mesa y analizar nuestros “para qué” a largo, medio y corto plazo para poner rumbo a una vida más plena y llena de objetivos conscientes y con sentido.
Abrazo Rubén
Buenas,
Como siempre un gran articulo Yan. A pesar de estar trabajando en ello, he visto en este articulo algunas razones que me han hecho darme cuenta por que no consigo mis objetivos. He de decir que cada vez son menos y estoy empezando a combatir con los que me quedan.
Hace medio año cuando no tenia ni idea de productividad, practicamente cometia todos. Pero he ido mejorandolos y algunos han desaparecido. En gran parte ha sido a las recomendaciones que he ido extrayendo de tus articulos y aplicar otros conceptos que me han hecho reducir la lista de errores.
La revision y planificacion semanal me esta dando grandes resultados. Aunque sigo cayendo en el del perfeccionisimo y la estimacion de tiempos un tanto ideales.
La recomedacion de juntarse con gente con gustos y ambiciones similares da grandes resultados.
Con respecto a tus preguntas. SI! estoy dispuesto a pagar el precio.
Gracias por el articulo. Tips muy sencillos para problemas muy comunes. En unos meses volvere a el a ver si sigo cometiendo alguno.
Un abrazo
Hey Jaime,
Muchas gracias por tus palabras. Sé de buena tinta que aplicas muy buenos hábitos y estrategias de productividad personal. Eso sí, todos siempre tenemos algo que mejorar, así que te animo a que continúes como hasta ahora, trabajando día a día en seguir el camino de la efectividad.
En cuanto a tu perfeccionismo, conociendo tu forma de trabajar, te recomiendo que pruebes a bajar poco a poco el listón de tu percepción de lo que es un trabajo de calidad o bien hecho. Te darás cuenta que, en muchas ocasiones estás dedicando más tiempo del necesario a algunas tareas que ya de por sí tienen una calidad de ejecución más que óptima.
La estimación de tiempo es cuestión de medir y experimentar. Lo que no se mide no se puede mejorar 😉 . Te recomiendo hacerte un usuario en toggl.com y empezar a medir tus tareas diarias para hacer estimaciones más certeras. Verás como mejorará tu planificación y ejecución con el tiempo.
Abrazo y cualquier duda, ya sabes por donde estoy.
PD: Estaba más que seguro de que serías uno de los que estaría dispuesto a pagar el precio. Espero leerte en breve.
Hola Yan, muchas veces me planteo tantos objetivos a la vez que no se por donde empezar y acabo perdiendo el tiempo y sin hacer nada, y como bien dices en tu artículo, creo que debo centrarme en uno solo para avanzar porque si no me acabo agobiando y no soy nada productiva,
Muchas gracias por hacerme ver que tengo que centrarme en 1 solo e ir poco a poco,
Un saludo
Hola Sonia,
Es muy importante aprender a establecer prioridades en tus objetivos y metas a corto y medio plazo, para poder elegir aquellos que se alineen con tu propósito y objetivos a largo plazo.
Luego es cuestión de ir en sentido descendente en ese listado de prioridades y siempre uno a uno para no caer en la procrastinación por intentar comernos el elefante entero en lugar de trocearlo 😉 .
Abrazo